Gremios, movimientos sociales y partidos políticos se movilizan para confluir en el monumento al trabajo ubicado en Paseo Colón e Independencia desde donde harán oír sus reclamos por los despidos de diversos trabajadores al presidente Mauricio Macri.
Con pancartas, banderas, tambores y bombas de estruendo, las columnas de manifestantes se concentran en distintas esquinas del cuadrado conformado por las avenidas Independencia, 9 de Julio, Belgrano y Paseo Colón. El escenario, que incluye un palco de unos 50 metros, se colocó de espaldas a la facultad de Ingenieria sobre la avenida Paseo Colón, a metros del monumento llamado “Canto al trabajo” que alegóricamente expresa el significado liberador y el esfuerzo del trabajo.
Entre los grupos más nutridos y ruidosos se encuentra el gremio de camioneros que lidera Hugo Moyano, que concentraron en 9 de Julio e Independencia, donde filas de micros y colectivos que trasladaron a los manifestantes de distintas puntos del país -desde Santa Cruz a Tucumán- se apostaron estacionados a lo largo de la avenida.
“La unidad nos da la fuerza, la solidaridad la cohesión” fue la frase de Juan Domingo Perón elegida por los organizadores para enmarcar el escenario, rodeado de banderas argentinas y retratos del ex presidente y Evita, desde el cual las centrales obreras seguirán tejiendo -con la lectura de un documento conjunto en el que hablarán de despidos e inflación- el camino de la unificación sindical.
A los pies del histórico edificio donde funciona el Ministerio de Desarrollo Social desde donde UPCN desplegó una gran bandera, en la intersección de las avenidas Belgrano y 9 de Julio, se congregan cientos de trabajadores de la construcción afiliados a la UOCRA de Gerardo Martínez, uno de los sectores más golpeados por los despidos.
“Ni un paso atrás. Por la cultura del trabajo” es la consigna impresa en la enorme bandera que desplegaron los obreros de la construcción que marcharon por la avenida Belgrano hacia el bajo porteño.
Ante la escasa presencia policial, muchos comerciantes decidieron mantener sus locales abiertos pero bajar las persianas, y hoteles 5 estrellas mantienen sus entradas valladas, con el temor de que se produzcan incidentes o disturbios entre los divergentes sectores que se sumaron a la marcha, enfrentados durante años.