El presidente del Instituto de Cultura de Corrientes, Arq. Gabriel Romero, fue invitado a participar como conferencista internacional del XIII Congreso de Arquitectura, a desarrollarse del 23 al 25 de mayo en el auditorio CFI, Curridabat, en Costa Rica.
En este contexto, Romero disertará sobre el programa “Cultura y Ciudadanía Activa”, que viene desarrollando el Instituto de Cultura de Corrientes (ICC), junto a otras áreas del Gobierno de la Provincia de Corrientes, y en convenio con el CONICET y la UNNE.
Este XIII Congreso de Arquitectura, tiene como objetivo crear los escenarios de debate para que los actores influyentes en la política de planificación y diseño urbanístico encuentren puntos de acción hacia un plan real de movilidad activa en el medio, que deberá ser favorable, accesible, sostenible, equilibrado, incluyente y de calidad.
En este congreso se interconectará así la movilidad con los temas y lineamientos vistos en los últimos encuentros profesionales programados en el CACR, en un escenario oportuno para la visión transversal y que permitirá generar líneas de acción efectivas: calidad de vida (inclusión, reducción de la pobreza), accesibilidad (derecho al desplazamiento a determinados lugares sin socavar la calidad), sostenibilidad (uso eficiente de los recursos y energías limpias), educación y cultura, transporte (infraestructura, interconectividad–redes–desplazamiento), espacio público y ciudad.
Qué es Cultura y Ciudadanía Activa
El programa Cultura y Ciudadanía Activa comenzó a desarrollarse en el año 2014 en el Centro de Participación Comunitaria del barrio Paloma de la Paz, que los vecinos denominaron “Esperanza del Barrio”.
El mismo tiene a la cultura como clave del desarrollo social, y en base a ello se formularon las siguientes premisas: vincular el barrio a la ciudad y viceversa; favorecer el mejoramiento urbano del barrio, la creación y el mantenimiento de espacios verdes y centros recreativos y de encuentro comunitario para generar nuevas formas de convivencia social en la diversidad y en la resolución de los conflictos.
Uno de los propósitos fundamentales es propiciar la participación de sus habitantes en los procesos de mejoramiento, estimulando la formación, la creación y la difusión cultural en todos los ámbitos. Otro es favorecer el acceso y disfrute de los bienes culturales barriales, locales y universales. Reconocer las formas de vida, tradiciones, representaciones y expresiones culturales existentes en el barrio y potenciar sus manifestaciones. En suma, ofrecer formas de satisfacción alternativas (al delito, la droga, la violencia), generando nuevas “necesidades” a través de espacios y contenidos culturales.